La ausencia de bombardeos aliados permite a las tropas de Gadafi lanzar una ofensiva sobre Ras Lanuf. -Los rebeldes se muestran incapaces de tomar la ciudad natal del dictador sin ayuda internacional.
La ausencia de ataques aliados en las últimas horas ha permitido a las fuerzas leales a Muamar el Gadafi recuperar la iniciativa y montar una contraofensiva que ha obligado a los milicianos rebeldes a replegarse hacia Bengasi y frenar su avance sobre Sirte, la ciudad natal del dictador libio y principal feudo del régimen junto a Trípoli. Después de expulsar a los opositores de la ciudad de Bin Yauad, situada a 150 kilómetros al este de Sirte, las tropas gadafistas libran este miércoles intensos combates para recuperar el control de Ras Lanuf, un importante enclave petrolero que conquistaron esta semana los alzados gracias al apoyo de la aviación aliada.- Obama define un nuevo modelo de liderazgo de EE UU
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Libia, los movimientos en la guerra
FOTOS - ALBERT FACELLY (AP) - 30-03-2011
Proyectil. Un hombre sostiene un proyectil Katiucha, supuestamente lanzado contra una casa de Mizda (180 km al este de la capital) por los rebeldes. Imagen obtenida el 29 de marzo durante un 'tour' organizado por las autoridades de Trípoli.- ALBERT FACELLY (AP)El embate de Gadafi mantiene contra las cuerdas a los rebeldes en Ras Lanuf, aunque la ciudad seguiría a duras penas bajo su control, según otro testimonio guerrillero. "Los rebeldes siguen en Ras Lanuf; hay combates cercan de Bin Yauad". Otro combatiente ha asegurado desde Brega, la siguente ciudad en poder de los rebeldes en la carretera que conduce a Bengasi, que los combates están teniendo lugar entre Ras Lanuf y Bin Yauad. Un tercer miliciano ha resumido bien la situación: "ésta es una guerra de ida y vuelta".
Una periodista de Al Yazira informa sobre el terreno de que los sublevados se retiraron hoy por completo de Bin Yauad y se han replegado en Ras Lanuf. "En este momento Bin Yauad ha caído en manos de las fuerzas del régimen, que intentan conquistar Ras Lanuf, cada vez están más cerca de ellos [los rebeldes], obligándolos a replegarse más y más hacia el este". "Creo que es una repetición exacta de lo que ocurrió hace tres semanas", ha concluido esta reportera.
Un combate desigual
Los rebeldes, en su mayoría dotados únicamente de armamento ligero y de vehículos todoterreno, confiensan que se están viendo superados por la mayor potencia de fuego y la superioridad armamentística de las tropas de Gadafi.
En función de si cuentan con apoyo internacional desde el cielo, los rebeldes recorren en uno u otro sentido la carretera que comunica Sirte y Ben Yauad: a veces persiguiendo a las tropas de Gadafi, a veces huyendo de ellas a toda prisa. "Ésta es una carretera problemática", ha reconocido Hamad al Awani, un oficial de 28 años de edad que aparentemente comanda al grupo. Según sus declaraciones, las fuerzas de Gadafi han utilizaron cohetes, granadas de propulsión y armas de medio calibre para rechazarles en su última aproximación a Sirte.
Sirte se ha convertido en el nudo gordiano del conflicto libio. Se trata de una ciudad estratégica del centro del país que alberga una importante base militar, además de ser la localidad natal de Gadafi. Sus habitantes apoyan al mandatario, y eso ha convertido su toma en un ejercicio particularmente complicado. La conquista de Sirte despejaría el camino hacia Misrata, una ciudad de 300.000 habitantes que padece un cruel asedio de las fuerzas de Gadafi y de los francotiradores desde hace 40 días. Un médico del hospital de la ciudad ha asegurado que 124 personas han muerto y otras 1.400 han resultado heridas desde que se inició la ofensiva de Gadafi sobre el enclave.
Bombardeos diarios sobre Trípoli
En Trípoli la secuencia cada día al atardecer es parecida: después de que los cazas atraviesen el cielo dejando un rastro visible, suenan las explosiones. Más tarde, las baterías antiaéreas. Luego, ambulancias y camiones de bomberos. Por último, los seguidores de Gadafi vuelven a hacer ruido y el cielo se ilumina otra vez, en esta ocasión con las luces de los fuegos artificiales, una manera de manifestar su desprecio a los ataques de la coalición. Una noche más, este martes las bombas han castigado a la capital y sus alrededores, principalmente el distrito de Tajura (en donde hay una base militar) y la zona de Bab el Aziziya, el cuartel general del coronel
Sin tampoco decir que es lo que ha decidido hacer, el presidente de EE UU, Barack Obama, se mostró ayer dispuesto a armar a los rebeldes que luchan contra Gadafi. La dependencia de la ayuda aliada que muestran los insurgentes resulta cada vez más acusada. Por eso no extraña que mientras la coalición internacional se centra en advertir al dictador libio que no aflojará la presión para aislarle y forzar su salida, las tropas del coronel estén consiguiendo contener a los rebeldes en su asalto a Sirte.
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